lunes, 20 de septiembre de 2021

Se nombra Achachila

Protegen, esconden y guardan. Crecí con ellos, volcanes de corazón tibio, picos de cabeza helada, alturas infinitas. Dioses que se convirtieron en Achachilas susurran nombres mágicos en mi oído: Licancabur, Sairecabur, Uturuncu. En Bolivia, recorrer la distancia significa bordear una montaña tras otra, sin saber qué te espera del otro lado… me roban el oxígeno y peleo por encontrarlo, armada con una hojita de color verde en mi boca. Ser de altura que prefiere subir a bajar, que prefiere el frío al calor, que busca siempre el norte.

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